Sin lugar a dudas, todos tenemos claro que disfrutar de una casa luminosa es una gran suerte. Todo parece más grande, más ordenado, más alegre y ¡con más vida! Y eso no solo hace ganar puntos a la decoración de la casa en sí, sino que también se transmite a los que viven en ella. Y no hay nada como sentirte bien en tu propia casa.
Pero no todas las casas cuentan con grandes ventanales, vistas increíbles o dan solo al exterior. ¿Quiere decir eso que no podemos tener una casa luminosa? Para nada. Lo que hay que hacer es aprender a sacar partido a lo que tenemos y potenciar todo aquello que va a favorecer la entrada de luz natural en cada espacio de la vivienda.
Toma buena nota porque hoy te traemos unos trucos de interiorista para aprovechar al máximo ese tesoro que es la luz. ¡Y son muy fáciles de aplicar!
Despeja las ventanas
Evidentemente, para potenciar la luz natural de tu casa, deberás centrarte en las ventanas: ahí está el acceso principal de los rayos de sol a cada estancia de tu casa. Teniendo esto claro, te aconsejamos que no las tapes con muebles, sofás o plantas de interior muy altas. Otro apunte: las ventanas con los marcos en blanco o tonos claros siempre se verán más luminosas que las que presenten tonos oscuros.
El truco de oro: mantén los cristales bien limpios y ya verás cómo aumenta la sensación de luminosidad.
Las cortinas, mejor claras
Si te apetece dar color a una estancia en la que entra poca luz natural, no lo hagas en las cortinas. Mejor apuesta por tonos muy claros, o mejor directamente por el blanco. Procura también que el tejido sea ligero para que cuando estén cerradas no os quedéis a oscuras. Si quieres, puedes añadir algún estampado muy ligero para que no resulte demasiado monótono, pero procura que sea de pequeño tamaño y en tonos alegres. Y recuerda: siempre con una base en blanco o similar.
Lámparas en blanco
Haz de las lámparas el complemento perfecto a tu casa luminosa ¡incluso cuando estén apagadas! Si las pantallas son blancas y ligeras, esto dará mayor sensación de luminosidad. Las de cristal también son una buena alternativa ya que casi no serán perceptibles al ojo.
Espejito, espejito
Otro de los trucos que nunca fallan a la hora de ganar luz natural, es colocar espejos. Puedes ponerlos como si fueran una composición de cuadros, pero la manera más efectiva es utilizar un formato grande con un marco fino, y a ser posible con algún toque dorado o plateado.
La elección de los muebles
Además de ubicar los muebles estratégicamente para que no obstaculicen el paso de la luz, también tendrás que tener en cuenta su material y su diseño. Por ejemplo, la madera natural, los lacados en blanco, el mármol de ese mismo tono y el cristal, son materiales que ayudan a transmitir la sensación de luminosidad.
Por otro lado, te interesa tener muebles que no resulten muy pesados visualmente. Las patas altas y finas como las de horquilla que tanto se estilan en los muebles vintage son una buena opción. Los sofás que no llegan al suelo, también producen esa sensación al permitir el paso de la luz por debajo.
Alíate con los colores claros
Ya sabemos que los colores claros son grandes aliados para conseguir estancias luminosas. Entrar en un salón con decoración en estos tonos, siempre transmitirá mayor luminosidad que uno en tonos negros o marrones.
¿Tienes un mueble muy oscuro del que no quieres desprenderte por tener valor sentimental? Tira de creatividad y dale una mano de pintura. ¡Verás que cambio! También te animamos a que visites nuestras instalaciones y veas todo lo que tenemos que ofrecerte en esos tonos que tanta luz van a aportar a tu hogar. Te esperamos de lunes a sábado de 10.00 a 13.30 h y de 16.30 a 20.30 h.