Un dormitorio clásico no tiene por qué resultar anticuado ni aburrido, sino que perfectamente puede ser cómodo, elegante y atemporal. En Planta 2 Mobiliario, lo entendemos como un estilo que se adapta a las tendencias actuales, incluso admitiendo colores intensos y nuevos patrones, pero siempre respetando su estética simétrica y algo formal.
Una estancia muy personal
El dormitorio es una de las estancias más importantes de la casa en la que debes poder sentirte libre al 100%. Por eso, si te fascinan los dormitorios clásicos no dudes en darles tu toque personal con algunos de tus objetos preferidos como coloridos cuadros o fotografías hechas por ti.
Clásico no es sinónimo de rígido, así que no dudes en añadir alguna pieza de estilo étnico, vintage, retro o contemporáneo con la que te sientas especialmente a gusto.
El estilo clásico puede ser tan romántico y glamuroso como masculino y sobrio. La magia de los matices se encuentra en los detalles más insignificantes.
El mobiliario
Una de las ventajas de los dormitorios clásicos frente a otros de estilo moderno es que resultan agradables en cuanto pones un pie en ellos. La disposición tradicional del mobiliario produce una sensación de orden que hace del dormitorio un todo, no piezas sueltas por aquí y allá, colocadas sin ningún sentido.
En cuanto a sus materiales, la madera es (como te imaginaras) el elemento clásico por excelencia. Cálida y natural, admite tantas tonalidades como se te ocurran, lo que sin lugar a dudas encajará perfectamente en tu proyecto.
La importancia del color
Elegir un color suave como blanco, beige, rosa empolvado o gris es importante para conseguir un dormitorio elegante y clásico. Pero eso no quiere decir que renuncies a la intensidad de otros, si es lo que te gusta. El secreto está en el equilibrio.
Las pinceladas de color proporcionan vida y personalidad a un espacio neutro. Pintar de una tonalidad más intensa la pared del cabecero es buen ejemplo de cómo darle protagonismo a esa zona. El papel pintado también es otra de tus opciones para conseguir un efecto ‘ooooh’ pero sin estridencias.
Los estampados
Cortinas, colchas, alfombras y tapicerías son los lugares más indicados para añadir color y textura. Además, son también los más fáciles de renovar a la hora de darle otro aire a la habitación.
Los textiles de los dormitorios clásicos suelen ser de excelente calidad. Terciopelo, lana, seda, lino y algodón son algunas muestras de ello. En cuanto a los estampados, este estilo siente predilección por las líneas de distinta anchura, las cenefas, los estampados florales y los paisajes en sus tonalidades más suaves.
Recientemente publicamos un artículo sobre cabeceros tapizados que te invitamos a leer si aún no lo has hecho. Sin duda, te servirá de orientación a la hora de elegir esta pieza clave del dormitorio.
¿Y el resto de dormitorios de la casa?
Tanto la habitación juvenil como el cuarto de invitados también pueden decorarse con estilo clásico. En el caso de la primera, además tiene la ventaja de que puede ir actualizándose según vayan creciendo tus hijos.
Es más, lo ideal es que las distintas habitaciones de la casa guarden cierta coherencia y equilibrio. Esto proporcionará armonía para los que viven en ella.
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Como es habitual para nuestros clientes, los servicios de transporte y montaje son gratuitos, pudiendo financiar tu compra a doce meses sin ningún incremento.
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