Hace unas semanas dedicábamos un post en exclusiva a la importante tarea de amueblar el salón.
*(Si no lo has leído todavía aprovecha el momento y hazlo ahora. En él encontrarás detalladas las distintas zonas de este espacio tan indispensable en una casa. Aprovecha también para suscribirte al blog y estar al tanto de todos los nuevos artículos.)
Dando un paso más, en esta ocasión hablaremos de salones según los distintos estilos decorativos, centrándonos en los cuatro que más nos piden nuestros clientes.
Si estuvieras interesado en otro (¡nos encantan los salones modernos!) no dudes en ponerte en contacto con nosotros, bien escribiéndonos bien visitando nuestras instalaciones. Tenemos párking, zona infantil y todo lo necesario para hacer de tu experiencia de compra un momento de disfrute.
El salón de estilo clásico
Sofisticado, elegante y muy equilibrado, el salón de estilo clásico sigue siendo un referente al que no afecta el paso del tiempo ni la competencia de otras tendencias decorativas.
Como te habrás imaginado, la madera es su elemento indispensable, tanto en muebles como paredes y suelos. Ella es la encargada de darle esa calidez tan característica.
La enorme ventaja de apostar por un salón clásico es que puede adaptarse sin problema a tu personalidad pudiendo añadir elementos decorativos de otros estilos (figuras étnicas, piezas rústicas, porcelanas vintage, metalizados modernos).
En el mobiliario clásico destacan los diseños de madera noble (cerezo, pino, roble, haya y nogal) con líneas rectas y bordes redondeados, siendo el marrón oscuro el color más habitual.
Las grandes librerías, las lámparas de techo, los espejos y los candelabros son algunos de sus elementos imprescindibles.
¿Y qué decir de los sofás? Los reyes del salón adquieren gran protagonismo y a menudo van acompañados de butacas de piel y sillones orejeros. (Estate atento a nuestras redes sociales porque estamos preparando un post especial de lo más interesante).
Por su parte, las paredes suelen pintarse de colores claros como blanco, crema y beige. El papel pintado con estampados clásicos o florales es otra de las opciones preferidas en los últimos tiempos.
El salón de estilo nórdico
Si perteneces a esa legión de admiradores del estilo nórdico, sabrás que un salón de este estilo debe ser minimalista, funcional, acogedor y ordenado.
Los muebles escandinavos se caracterizan por sus formas sencillas pensadas para aprovechar al máximo el espacio de cada casa (a menudo menos de lo que nos gustaría, ¿verdad?).
Su material preferido es la madera en sus tonos más claros (pino, roble, haya) que, como ya hemos comentado más arriba, aporta la calidez y el confort que se espera de cualquier salón.
Buscando la forma de ganar en luminosidad, en el salón nórdico suele reinar el color blanco. Por su parte, los textiles son suaves y transmiten sensación de hogar. Lana, algodón y lino son algunos de los más utilizados, especialmente en las mantas que acompañarán a los mullidos y confortables sofás.
Como último apunte, hay que señalar que en cualquier salón nórdico que se precie debe haber plantas y algún elemento de la naturaleza como ramas, piedras o flores secas.
El salón de estilo shabby chic
Aunque te pueda sonar a chino, shabby chic es un término inglés que hace referencia a un estilo de decoración muy elegante y acogedor cuya característica principal es la mezcla de piezas antiguas y modernas. Realmente, no hace falta que las piezas sean antiguas sino que lo parezcan. Diseños clásicos que combinan con otros de corte más actual.
Los muebles más representativos de este estilo son aquellos de madera blanca y líneas redondeadas y sinuosas.
Puedes acompañarlos de textiles de estampados florales o geométricos (especial mención a las rayas de distintas anchuras), teniendo en cuenta que su paleta de colores abarca todos los tonos pastel como el rosa o el popular verde agua.
En cuanto a la decoración, un jarrón con flores frescas o un cesto con lavanda son detalles marcados por el espíritu romántico propio de este estilo.
El salón de estilo industrial
El estilo industrial es atrevido y rompedor. Aunque su origen se encuentra en las viviendas tipo loft, tan características de Nueva York a mediados del siglo XX, lo cierto es que no es necesario que vivas en una vieja fábrica o almacén para tener un salón de este estilo.
¿Qué es lo que sí necesitas? Paredes de ladrillo, vigas en el techo, tuberías vistas… Cuantos más elementos estructurales queden a la vista más auténticos quedarán el espacio. Y si no siempre puedes recurrir a papeles que imitan esos revestimientos (ladrillo, ladrillo blanco o piedra, entre otros).
En cuanto a los materiales, la madera en su acabado más natural (nada de barnices ni lacados), el hierro forjado, el hormigón y el cuero (marrón y negro sobre todo) son algunos de los que no pueden faltar en un salón de estilo industrial.
Otro de sus rasgos más característicos es su afán por reutilizar y transformar objetos como palés, viejos relojes de fábrica o incluso herramientas de antiguos oficios. Pregúntanos, en nuestra exposición encontrarás objetos decorativos que te encajarán perfectamente en tu nuevo salón de estilo industrial. ¡Todo vale!
Aprovechamos para recordarte que durante todo el mes de septiembre el mueble juvenil es el protagonista de Planta 2 Mobiliario así que ¡date prisa!
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